Si estás pensando en comprar un coche de segunda mano, has de andarte con ojo. Existen multitud de estafas que pueden convertir la transacción en una pesadilla para el comprador.
Al fin y al cabo adquirir un coche de segunda mano es como jugar a la ruleta: a veces sale rojo y otras, negro. Pero ya que te toca cambiar tu coche (y si no quieres invertir en uno nuevo), sigue estos consejos para que el azar esté de tu lado.
Como primer paso, es conveniente averiguar cómo se utilizaba el coche en el pasado, quiénes eran los miembros de la familia que más lo usaban y cuáles eran los viajes más frecuentes. No es mala idea comprar un coche de segunda mano procedente del renting ya que prácticamente te aseguras que su mantenimiento ha sido impoluto. También recomendamos los coches con poco tiempo, ya que no van a requerir las sustituciones más caras del taller, como la sustitución de correas, frenos y embragues.
Hay que comprobar cuidadosamente cualquier daño y el estado de la pintura. Presta atención: si te alejas del coche y lo observas de cerca, posiblemente puedas ver que los distintos paneles de la carrocería tienen diferentes tonos de pintura. Esto significa que el vehículo ha sido repintado después de un impacto. No sólo es estético, sino que también puede haber afectado a partes del interior.
Si hay problemas con el capó o el techo, es porque la pintura se ha levantado porque el coche estuvo en la calle o al sol. Ojo: Con el tiempo, otras partes del coche pueden perder también la pintura.
Comprueba también los bordes de las puertas, el maletero y el capó. Deben quedar rastros de la cinta adhesiva utilizada durante el pintado. No se puede ver, pero se puede ver que el coche ha sido repintado.
Agáchate y busca óxido en los bajos de la carrocería. Si encuentras, sabrás que el coche procede de una zona costera (el agua salada es muy agresiva) o de un lugar con temperaturas frías donde normalmente salan las carreteras. Además de las partes visibles a simple vista, las partes mecánicas que se encuentran debajo pueden haber sido afectadas.
No te conformes con que tu coche sea cómodo. Comprueba cuidadosamente que todos los botones funcionan correctamente. Si alguno de ellos no funciona, podría haber una mala conexión de los fusibles o un fallo en el sistema que los controla.
Además, comprueba el desgaste de diversos elementos como el volante, la palanca de cambios, los mandos de las luces (y los limpiaparabrisas), los asientos y las alfombras. También fíjate bien en el estado de desgaste de diversos componentes como el volante, la palanca de cambios, los mandos de las luces (y los limpiaparabrisas), los asientos y las alfombras. Si estos elementos están perdiendo su textura de forma irregular, esto refleja un uso irregular, así que saca la lupa.
Las marcas de quemaduras en los asientos y las alfombras también indican que los anteriores propietarios fumaron en el coche y fueron sumamente descuidados.
Pese a que cualquier persona puede realizar los pasos detallados anteriormente, lo más aconsejable siempre es contratar un servicio de peritaje, ya que los profesionales de este tipo de servicios trabajan día a día comprobando todos los pormenores de multitud de autos de segunda mano. Por ello, saben perfectamente dónde tienen que hacer mayor hincapié.
La tranquilidad que te da un perito especializado no la conseguirás revisando el coche por tu cuenta.
Pueden darse dos casos según dónde hayas adquirido el auto:
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