Los radares de tramo tienen doble ubicación: al principio y al final del propio tramo. Calculan la velocidad media de un vehículo conociendo la distancia del recorrido y capturando el tiempo que ha tardado en recorrerlo.

Cómo funcionan los radares de tramo

Los radares fijos y móviles son capaces de registrar directamente la velocidad de un vehículo en un punto determinado. En cambio, los radares de tramo se fundamentan en la básica fórmula de velocidad igual a espacio partido tiempo (v=s/t), calculando la velocidad a la que circulan los automóviles en el tramo comprendido entre 2 puntos.

En la imagen a continuación, elaborada por la DGT, se muestra cómo trabajan los radares de tramo:

Los radares de tramo poseen dos cámaras de infrarrojos ubicadas una al principio y otra al final de cada unos de los carriles del tramo. Consiguen grabar la matrícula de los automóviles que pasan por el primer punto y los capturan de nuevo cuando sobrepasan el segundo punto. De esta forma, un pequeño computador calcula el tiempo tardado en recorrer el espacio entre ambos puntos, consiguiendo así la velocidad media.

Una vez se advierte que la velocidad ha excedido la tolerada el sistema remite las imagenes obtenidas de ambos puntos del tramo al CTDA de la DGT, situado en León, a fin de que tramite la demanda y se la remita por correo postal al titular del vehículo para que pueda identificar al conductor que ha cometido la infracción.